Denominacion(es) de la fábrica
Fábrica | Certificado | Dirección | Provincia | Años | Marcas |
Pini Hermanos & Cia Lda |   | Pte.L. Saénz Peña 1049 | Capital | 1918-1937 | Cervantes, Creación, Delicados, R.A., Trianon |
Historia
HERMENEGILDO PINI, nacido al norte de ITALIA, en el pueblo de Lierna sobre el Lago de Como, fundó en Buenos Aires en 1864 PINI HERMANOS & CÍA, la (auto-titulada) ''empresa licorera más importante de Sudamérica'' por entonces. Su producto estrella resultó ser el aperitivo PINERAL, que según descendientes de la familia, fue inventado por su primo ACHILLE PINI también de Lierna, que vino a Buenos Aires a trabajar con Don Pini.
La misma fuente refiere que los hermanos Pini hicieron Pineral como una réplica local del antiguo bitter Aperital Delor francés. Bebidas por entonces pensadas como tónicos, reconstituyentes estomacales, estimulantes y vigorizantes, algo usual en el Siglo XIX.
EL NOMBRE no debe aclararse de dónde proviene: era la bebida preferida del tano Pini, inmigrante como tantos miles que trajeron al país el gusto por los aperitivos (vermouth, bitters y fernets), que después de un siglo y medio está más vigente que nunca.
Un PINITO fue el isologo de entrada y hasta hoy en lugar central de la etiqueta, vinculado al nombre, pero sin tener relación alguna con ningún sabor derivado del pino.
PINI hizo lo que los grandes industriales de bebidas hacían en Europa: participar con sus productos en grandes ferias y concursos internacionales.Entre 1881 y 1907, la gran cosecha de premios le dio a la bebida de los Pini reconocimiento internacional. Y lo increíble radica en que muchos de sus mejores Premios, los obtuvo en Italia, la patria de los creadores y cuna por excelencia de los Aperitivos.
Todo esto seguro le habrá valido a Don Pini llegar a ser, nada menos que Presidente de la Unión Industrial Argentina en 1922.
Tomado de http://www.pineral.com/historia.php
La empresa además tenía una sección de tabacos que produjo las marcas R.A. y Trianón de considerable éxito de ventas.
Del sitio http://www.lubertino.org.ar/
Datos Adicionales
201100491 - CATALOGUSE CON NIVEL DE PROTECCION CAUTELAR GRADO DE INTERVENCION , EL INMUEBLE SITO EN LA CALLE LUIS SAEN PEÑA 1066/72/74.
PROYECTO DE LEY
Art.1º: Catalóguese con nivel de protección Cautelar, grado de intervención 3, en los términos del Artículo 10.3.3 del Capítulo 10.3 Catalogación del Código de Planeamiento Urbano, el inmueble sito en la calle Luis Sáenz Peña 1066/72/74, asentado en la Sección 14, Manzana 32, parcela 17D.
Art.2º: Incorpórase el inmueble catalogado en el Art. 1º al Catálogo previsto en el Capítulo 10.3. Catalogación del Código de Planeamiento Urbano.
Art.3º: El Poder Ejecutivo, a través de la Dirección General de Registro de Obras y Catastro, dependiente del Ministerio de Desarrollo Urbano, deberá asentar la catalogación establecida en el Artículo 1º en la Documentación Catastral correspondiente.
Art. 4º: Cúmplase con los Artículos 89° y 90° de la Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Art. 5º: Comuníquese, etc.
FUNDAMENTOS
Señor Vicepresidente I:
El presente proyecto propone la catalogación del edificio sito en la calle Luis Sáenz Peña 1066/74, en el que funcionaran las oficinas comerciales y centro de distribución de la firma Pini Hnos., fabricantes de la tradicional bebida ''Pineral''.
La empresa de los hermanos Pini fue fundada en 1864. Ellos habían llegado desde Liera, norte de Italia y se dedicaron principalmente a la elaboración de licores, aunque para 1925 fabricaban, también, los cigarros ''Trianón''. Habían construido la destilería en el actual partido de Tres de Febrero -donde existen hoy en día una localidad y un club que llevan el nombre ''Pineral''.
El aperitivo ''Pineral'', que es actualmente comercializado por la firma Licores Argentinos S.A., es una bebida hecha a base de hierbas aromáticas y cáscaras de frutas cítricas, de acuerdo con la fórmula que los hermanos Pini crearon a fines del siglo XIX, estimulados por el éxito que el Fernet italiano tenía entre la población local. El nombre elegido coincide con el de una pequeña isla del Delta del Tigre, que fue propiedad de la familia Pini, aunque no está muy claro si la isla dio nombre a la bebida o viceversa. El producto fue un éxito y formó parte de la gran variedad de aperitivos que los porteños elegían a la hora de ''tomar el vermú''. Según consta en su etiqueta, para 1910, año de la construcción del edificio de la calle Sáenz Peña, esta bebida argentina había ya recibido importantes premios en el mundo, entre los que se contaban el Gran Diploma de Honor de la Exposición Italo-Americana de Génova en 1892, la Cruz al Mérito (Roma, 1903) y el Gran Premio de las Exposiciones Internacionales de Saint Louis (1904) y de Milán (1906). Otros aperitivos de gran difusión en nuestro mercado eran la Hesperidina -primera marca registrada en el país- Cynar, Gancia y Cinzano. El esplendor del Pineral se dio en la década del 70', cuando se producían cerca de 600 mil botellas al año. En 1974 la marca fue vendida a Licores Argentinos S.A.
Tal es la presencia que el Pineral ha tenido durante más de cien años en la cultura argentina en general y porteña en particular, que numerosos autores nombran esta bebida en relatos de recuerdos familiares o la incluyen como parte de las costumbres de sus personajes de ficción. El célebre Angel Villoldo, autor de ''La morocha'' y ''El Choclo'', entre otros, compuso el tango ''Pineral'', dedicado a los hermanos Pini. Esta presencia es especialmente fuerte en la memoria y la configuración territorial de este sector del barrio de Constitución.
Prueba de ello es el hecho de que el edificio de Sáenz Peña 1066/74 es conocido aún hoy entre los vecinos como ''el Pineral''. Como ya hemos dicho, a este inmueble, que ocupaba gran parte de la manzana, se sumaba el predio donde se fabricaban los cigarros ''Trianón'' -Sáenz Peña 1049- y el predio de Carlos Calvo 1530, vecino a este último por los fondos, donde en 1950 funcionaba lo que la Guía Telefónica de ese año consigna como ''Pineral - Cancha de pelota''.
El edificio cuya catalogación se propone contenía, además del depósito, las oficinas comerciales de la firma. Fue construido por encargo de Ángel Pini en 1910 y es obra del arquitecto Domingo Donati, quien había nacido en Astano (Suiza) en 1866. Luego de estudiar en Milán, Donati llegó a nuestro país, donde vivió durante cuarenta años y proyectó numerosos edificios de gran calidad en Buenos Aires y Mar del Plata. Entre sus obras se destacan la ex Fábrica Piccaluga, situada en la intersección de las calles Lanín e Icalma, y el hotel ubicado en Av. Martín García 886, ambos en elbarrio de Barracas, la actual sede del Club San Telmo, sita en la calle Perú 1360, la casa de renta con locales en planta baja ubicada en Av. Independencia 401, el edificio de Marcelo T. de Alvear 1560, donde hoy funciona una sede de la Universidad de Belgrano y el hotel ubicado en la calle Salta 997, que subraya la esquina con la esbeltez de su cúpula.
La planta del edificio fue proyectada con la forma de una H asimétrica que poseía una extensión lateral que abarcaba el predio de la calle Humberto Primo 1469, hoy una parcela aparte. El edificio consta de subsuelo, planta baja y primer piso. Este último nivel ocupa sólo el sector que da sobre la calle Sáenz Peña. La fachada principal rodea un patio abierto adoquinado donde se cargaban los camiones que distribuían la bebida en toda la Ciudad. En la parte posterior posee un pequeño patio de aire y luz. El subsuelo está ocupado por el depósito, en tanto que en la planta baja encontramos, además, dependencias administrativas. Estas últimas constituyen un núcleo independiente de dos plantas ubicado a la derecha del patio, al que se accede a través de una puerta de hierro y vidrio que lleva el número 1074. Atravesando un zaguán revestido en boisserie, y subiendo algunos escalones de mármol, se entra al hall desde donde una escalera conduce a las distintas plantas de oficinas.
El lenguaje compositivo utilizado en la fachada es ecléctico. En ella se observa una sucesión de puertas y ventanas que coinciden verticalmente con las aberturas de la planta alta, todas se cierran mediante antiguas persianas metálicas. Las ventanas de la planta superior muestran pequeñas rejas de hierro y están rematadas por un arco rebajado con clavis. Una sencilla banda horizontal de mampostería con dentículos y una marquesina de hierro y vidrio sostenida por ménsulas, ornamentadas separan visualmente la planta alta del nivel de acceso. Entre estos paños verticales se destaca una serie de pilastras de fuste estriado que se elevan hasta el conrisamiento. Las franjas horizontales conformadas por la alternancia de bandas de ladrillo visto y de revoque símil piedra que rodean las aberturas constituyen un rasgo característico que distingue a este edificio. Una moldura que recorre toda la fachada sobre el segundo nivel anuncia el comienzo del remate del edificio, el cual está coronado por una esbelta estructura de hierro que completa la singularidad del conjunto. El sector de la fachada correspondiente a la administración se destaca por su fina decoración, que subraya la presencia del acceso a través de dentículos, clavis con guirnaladas y un escudo que muestra, en altorrelieve, la figura de una conífera con una banda atravesada.
En este sobresaliente ejemplo de la arquitectura utilitaria de fines del siglo XIX y principios del XX, el techo está conformado por una característica estructura de columnas y cabriadas de hierro sobre las que se fijan chapas metálicas. Esta estructura fue generalmente empleada en este tipo de construcciones para cubrir grandes luces y obtener una planta libre que permitiera flexibilidad en los usos y posibilidades de almacenado. Cabe destacar que el valor patrimonial de este edificio le ha valido ser incluido entre los edificios que el Ministerio de Cultura de la Ciudad consideró representativos de nuestro paisaje urbano. Por su parte, el Código de Planeamiento urbano define el valor urbanístico como las cualidades que posee un edificio que define o califica la trama, el paisaje urbano o el espacio público, el valor arquitectónico, se otorga a los elementos poseedores de calidades de estilo, composición, materiales, coherencia tipológica y otra particularidad relevante, en tanto que el valor histórico-cultural lo ostentan aquellos elementos testimoniales de una organización social o forma de vida que configuran la memoria histórica colectiva y un uso social actual. De acuerdo a estas definiciones, se considera que este inmueble posee indudable valor urbanístico, arquitectónico e histórico-cultural, lo que hace especialmente necesario preservarlo como ejemplo paradigmático de los diversos procesos de la evolución histórica de nuestra ciudad.